Cuando estoy en silencio, calmado en mis pensamientos
Triste recuerdo mi absurda realidad, donde alcanzarte no puedo
Y tu amor se aleja.
Condena eterna atada a mi cuello, llevo conmigo una tabla oscura
Que dice, casi en susurros, soy un tonto idolatra que busca consuelo.
Mi alma se duele, mi corazón se desangra, tu risa me atraviesa como si de dagas se tratase.
En el cielo estrellas, me llueven destellos, en el suelo volcanes, me escupen con fuego.
Si olvidarte pudiese, se alegrarían los ríos, pues salados se han vuelto por mi llanto eterno.
Ahora recuerdo, la vez que escuche de tus labios “te amo en serio”.
En serio te digo, que maldita tu boca por haberme mentido, pues mis ojos te ven y mis oídos te escuchan. Eres como una ninfa que me enreda en sus encantos y después me muestra sus fauces mortales.
Me cuesta admitirlo, pero, hoy te lo digo…
Te amo como a nada y eso me mata
Me gustas como nadie y eso me condena
Te pienso en mi alma y te deseo en mi cuerpo
Te busco en la noche pero, tú existes en el día
Te busco en tinieblas pero, tú danzas en la luz
Te sueño en mi mundo pero, tú… estas en el de él…
T.M.M
